Cuando decidí dedicarme a ésta tan minusvalorada y a la vez tan enriquecedora profesión de enseñante, siempre tuve claro entre otras cosas, que la lealtad conmigo mismo debería ser lo mas importante de todo, ser coherente con mis acciones y decisiones, ser fiel a mis principios aunque a veces cueste y dignificar mi profesión a través de mis actos.
La única manera de llevar a cabo este valor con éxito, es a través de una formación y crecimiento personal a través del estudio y la experiencia, años de aciertos y errores que sumen, porque confundimos muchas veces la lealtad, con tener que obedecer sin criterio propio a quien dicta la orden sin conocimiento ni trabajo en equipo.
Miro hacia dentro a diario, trato de identificarme y conocerme mejor, no hay mejor manera que analizarse a uno mismo para darse cuenta de nuestras carencias y virtudes para poder visualizar bien quienes somos y así no caer en la vanidad ni el desasosiego, una puede traer demasiado ego a nuestro hacer y la otra desmotivación y dejadez.
Una de nuestras máximas en la escuela de Yudo es que todo esfuerzo tiene su recompensa, mantra que transmitimos continuamente a nuestro alumnado, no siempre viene en forma del resultado esperado, incluso a veces, no se nos parece ni a una recompensa, pero hay que saber, que esa lealtad sobre la que estamos reflexionando, se llama disciplina, y ella en si misma es una recompensa, porque nos da herramientas para la vida, el trabajo, las relaciones personales... la recompensa es el esfuerzo en si mismo.
Dice el gran Victor Küppers que el conocimiento mas las habilidades nos dan valor, pero la actitud multiplica! y para que la lealtad con uno mismo sea una realidad, necesitamos entender el éxito como una manera de ser mejores cada día y no mejores que los demás, actitud positiva siempre y sobre todo, centrarse siempre en el proceso, no en el objetivo.
Recientemente, en un congreso con grandes ponentes como Carlos Montero, Emerson Franchini, Octavio Álvarez, Eduardo Galán... doctores en Ciencias del deporte, psicología etc, además de yudocas, me reafirmaba en esta reflexión que hoy comparto, cuando uno tiene la visión de un plan realista y efectivo, cuando uno motiva y transmite confianza además de estimular intelectualmente a su equipo para generar ideas nuevas y alcanzar objetivos, es capaz de escuchar y construir para conseguir ser leal con uno mismo y para con los demás.
Jita Kyoei (bienestar y prosperidad a través de la ayuda mutua).
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